El 18 de agosto salimos de nuevo desde la Sarra dirección al Collado Pui Arcol.

Desde que abandonamos la pista, fuimos perdiendo poco a poco el camino y algún tramo por pedreras dejándonos llevar por la intuición, nos salimos demasiado a la derecha y fue un poco más incómodo.

Esta zona me encanta, es muy salvaje y solitaria y en invierno me parece impresionante. El verano no desmerece nada, y la llegada al collado es una fiesta con el sol, viendo ya a lo lejos nuestro objetivo y todo el valle colgado por debajo de la Forqueta que hay que recorrer.

A Partir del ibón de las Ranas también seguimos un poco por intuición, sin perder de vista nuestro monte no había mucha pérdida.

Por la cara oeste del Tebarray parecía difícil encontrar cómo subir, pero después de un rato de larga e incómoda pedrera salimos muy bien. En mitad de la pala, encontramos una cabrica que había parido esa noche y el cabritillo ya casi se ponía en pie, intentamos molestar lo menos posible, maravilla!


Un ratico en la cima disfrutando de las preciosas vistas hacia Infiernos y toda la zona y nos bajamos a Respomuso, parando a disfrutar porque el día estaba precioso.

Qué momentos tan buenos siempre en toda esta zona, buenas experiencias y buenos recuerdos 🙂


No me canso de estas vistas! Ruta solitaria y muy disfrotona, para repetir!! Este año, a diferencia del pasado, las visitas al valle de Tena se cuentan casi con una mano, y siempre que voy me quedo con ganas de volver, es un tesoro!! 🙂


